viernes, 26 de septiembre de 2014

Pacto de Paz de Gaitania

                                                        Niños y niñas nasas (26.7.2014)

Los espíritus de la beligerancia se sienten en las montañas del sur del Tolima. Un pueblo que se forja y sale adelante a pesar de las adversidades propias de un lugar inhóspito y los señalamientos negativos del centro del país, es un pueblo que tiene mucho brío e inteligencia.  

La vereda Palmeras perteneciente al corregimiento de Gaitania en el municipio de Planadas, en medio de laderas que miran el río Atá, fue el lugar escogido por un puñado de indígenas de la comunidad Nasa que venía del Cauca en los albores del siglo XX, con el fin de buscar nuevas tierras para asentarse y desarrollar su Plan de Vida.

Las coincidencia del destino o quizás de las circunstancias de abandono histórico del Estado colombiano con las regiones, hizo que muy cerca de Palmeras, en la vereda Marquetalia, un grupo de campesinos se organizaran para enfrentar las inclemencias del entorno y el abandono estatal, cuestión que fue vista como un mal presagio por el Gobierno Central y por lo tanto había que eliminar. Fue así como ese mismo grupo de campesinos en cabeza de Manuel Marulanda Vélez, Tirofijo, fundaran una organización de resistencia armada el 27 de mayo de 1964, conocida hoy como Fuerzas Armadas Revolucionaras de Colombia – Ejército del Pueblo, FARC-EP, para defender su proyecto de desarrollo alternativo.

Iniciaron las acciones militares y subversivas con mucha intensidad a mediados de la década de los /60. En ese momento indígenas de la región,  quienes sufrían igualmente las inclemencias del entorno y el abandono estatal (sea de paso decir que no ha cambiado mucho), participaron del conflicto armado junto a los campesinos. Después de un tiempo se dieron cuenta que ese no era su proyecto de vida y se apartaron. La guerrilla no entendió esta actitud y seguía reclutando jóvenes indígenas, por su parte el ejército colombiano aprovecho la situación para armar a los indígenas, arrancando 30 años de confrontación armada entre la guerrilla que habitaba el sector y la comunidad Nasa de la región.

Un buen día, a mediados de los años /90, cansados de ver tanta muerte, víctimas, lisiados y desolación, miembros de la comunidad Nasa de Gaitania, a pesar del temor que infunde enfrentar la violencia con tan solo la palabra, pero con la fuerza que da el amor por la vida, decidieron ir a hablar con el comandante de las FARC de la zona, “Jerónimo”, para plantearle un Pacto de Paz. No fue sencillo. Luego de ir y venir en varias ocasiones, las partes convinieron en que es viable un pacto de paz. Se nombra una Comisión para que elabore una propuesta, la cual quedo resumida en 10 puntos, se centró en el respeto a la vida y el territorio, refrendado por el representante de la comunidad Nasa, de las FARC, y teniendo como testigos a la Cruz Roja Internacional y al Delegado de la Conferencia Episcopal.

El Pacto de Paz denominado “Fin de la Violencia en el Resguardo Indígena Páez (Nasa) de Gaitania Planadas Tolima”, se firmó el 26 de julio de 1996. En la conmemoración del 18° aniversario entre el 23 y 26 de julio del presente año, se reunieron cerca 700 miembros de la comunidad Nasa de la región, acompañados de indígenas de otras partes de Colombia y representantes de instituciones del departamento del Tolima, de la nación y de organismos internacionales, con el fin de refrendar su compromiso con la paz a pesar de algunos lunares que les ha causado víctimas a la comunidad, claro nada comparable con los 30 años de guerra del pasado.

La comunidad Nasa habla de armonizar el conflicto, es decir no solamente estar en paz con sus semejantes sino con el entorno natural. Son muchas las lecciones que ha dejado el Pacto para la guerra y la paz que vive el país y que comparten con sus hermanos de otras comunidades. Las resumo en:

  • La palabra tiene mucho poder, por eso su cumplimiento garantiza una iniciativa de paz como la que han llevado a cabo en Gaitania. 
  • A pesar de la violencia, hay que tomar riesgos por la vida. 
  • La paz lleva al ser humano a tomar actitudes inesperadas en medio de la desesperanza. 
  • Si los seres humanos tienen voluntad y sensibilidad por la vida, el camino a recorrer en el encuentro es la palabra, es la forma más sencilla de protegerla. 
  • La comunidad Nasa de la región hoy vive mejor, gracias a que han podido centrar sus energías en organizarse para desarrollar su Plan de Vida.
Sin lugar a dudas no es un Pacto de Paz perfecto, sin embargo hay que resaltar que tiene características particulares que lo hacen único y sus claves pueden ayudar a la terminación del último conflicto político-armado que vive Colombia. Por ello es necesario que la sociedad colombiana en su conjunto conozca El Pacto de Paz, lo reflexione y aprehenda sus lecciones, ya que es un faro de paz que ayuda a orientar en medio de la larga noche de barbarie que ha vivido Colombia.

martes, 23 de septiembre de 2014

Alonso Orozco, el opositor demócrata



La memoria del poder no recuerda: bendice.
Eduardo Galeano



Alonso Orozco, llegó al Caquetá con sus padres cuando aún era muy niño. Como una buena parte de los que tienen su edad había, llegado del interior del país, pero aquí creció, se educó, formó sus convicciones y su personalidad. Alonso fue un lider cívico y popular que ejerció control politico desde su postura política. Defensor de los derechos ciudadanos luchó contra la explotación del hombre por el hombre y todos los males derivados de esta deformación. Se desempeñó como profesor de matemáticas, supervisor de educación y llegó a ser concejal, diputado y candidato al senado.

Aunque tenía miles de personas que le seguían en sus apuestas políticas reivindicativas, no le alcanzó para llegar a la Alcaldía de Florencia o al Congreso de la República, escenarios donde seguramente habría ejercido con decoro el gobierno o legislado desde la posición ética que requiere el país.

En una región donde el ejercicio de la política ha servido poco para el mejoramiento de las condiciones generales de la ciudadanía y mucho para satisfacer ambiciones de personas, familias y grupúsculos politiqueros, se entendió poco el papel histórico que jugó Alonso desde la oposición. En varias oportunidades escuché a políticos de la región decir: Alonso nunca ha querido ser gobierno porque le han ofrecido secretarias en la gobernación y no las acepta, ¿Entonces dónde están las propuestas? Yo les respondía que ser oposición, es tener una posición distinta de quien gobierna, la cual se convierte, a la vez, en propuesta.

Alonso estuvo en contra de la privatización de los servicios públicos, una de sus banderas, porque esto exprimía las precarias economías de las familias más pobres de Florencia, favoreciendo los bolsillos de quienes son propietarios de esas empresas. Su propuesta era que esos servicios fuesen manejados por el sector público y no por el privado.

La pregunta es ¿Sí los servicios generan ganancias en el sector privado, por qué no genera en lo público?  Una de las explicaciones comunes y evidentes es que muchos de las personas que van a trabajar en el sector público no tienen pulcritud, van con una intencionalidad de privatizar, de propiciar las condiciones para que los servicios no funcionen, de que se genere corrupción, por lo tanto, hacen que se justifique la privatización. Alonso siempre denuncio con voz alta y clara como era su estilo, tal deformación. Pero también con acciones como: caceroladas, quema de recibos, marchas callejeras y mítines en la plaza pública.

Alonso, amigo, cuanta falta harás ahora que se vienen procesos como la locomotora minera, la cual agravara la situación socio-ambiental del territorio que tanto quisiste y por el que tanto luchaste. Pues muchos representantes de instituciones y de organizaciones ya compran rodilleras para hacer fila ante las multinacionales que van a por el excremento del diablo: petróleo, gas, minerales, cuya explotación le va costar a la región vidas, destrucción del ambiente, corrupción, desaparición de las poblaciones indígenas y peor depauperación para los sectores populares.  

Las aspiraciones económicas de los devoradores regionales de los dineros públicos están a la orden del día y ávidos de riquezas y poder a cualquier precio van a entregar la riqueza de todos a quienes les ofrezcan las migajas, sin importarles que en dos generaciones, solo quedará en la región: hambre, pobreza y desolación como ocurre en las regiones ricas en minerales de Africa. Justo el día del deceso de Alonso ha dicho en Ibagué el señor presidente que dará licencias expréss para la explotación de los recursos naturales para agilizar los procesos y quitar los obstáculos al desarrollo, es decir, para entregar el país a las multinacionales y los empresarios colombianos de forma inmediata para que exploten sin escrúpulos lo que es de todos y que debe contribuir a su bienestar.  

Amigo Alonso, cuanto te necesitará la región para que ayudes a guiar las luchas sociales democráticas, para contribuir a concientizar a los habitantes de la región amazónica acerca de la magnitud de la catástrofe que se avecina.

Alonso descansa en paz, cumpliste con tu lucha y compromiso social, pero no dejes que quienes quedan en vida estén en paz, porque la paz no es mantener el statu quo que empobrece social y ambientalmente al país, con especial énfasis zonas como la Amazonía. La paz es justicia social, respeto por el medio ambiente y por la vida humana.

¡Una rosa en tu tumba!