viernes, 21 de octubre de 2016

El péndulo de la paz


Palabras Grados
Especialización en Derechos Humanos y Competencias Ciudadana
Facultad de Ciencias Humanas y Artes
Universidad del Tolima

 
Octubre 21
Estallaos los unos a los otros

Allá por el año 630 y pico, un célebre médico y alquimista chino llamado Sun Simiao mezclo nitrato de potasio, salitre, azufre, carbón de leña, miel y arsénico. Estaba buscando el elixir de la vida eterna. Encontró un instrumento de muerte.
En 1867, el químico sueco Alfred Nobel patento la dinamita en su país. 
En 1876, patento la gelignita.
En 1895, creo el Premio Nobel de Paz. Como su nombre lo indica, el premio nació destinado a recompensar a los pacifistas. Lo financió una fortuna cosechada en los campos de batalla.

Eduardo Galeano, en Los Hijos de los Días.

El péndulo de la paz

Amigos y amigas, Colombia pasa quizás por el mejor momento de su historia reciente para terminar sus guerras y abrir paso a los espacios democráticos sin que se elimine al otro. Sin embargo, los egoísmos perpetuos de una oligarquía mezquina, hacen por momentos ver que la paz se aleja. Es por esto que la manifestación callejera recobra vigencia aupada por la calidez y creatividad de la juventud universitaria que aviva la llama de la esperanza.

Hace 121 años con la creación del Nobel de la Paz, se abrió una bella oportunidad para reconocer la acción del humanismo frente a la barbarie. La aureola del Nobel ha llegado a Colombia, donde todos-as dicen públicamente querer la paz, pero no se hacen todos los esfuerzos por alcanzarla.

Entre tanto, por estas tierras del centro del país que habitamos, por donde han pasado todas las violencias políticas, tenemos un mayor compromiso para trabajar con más dedicación, creación e ilusión en  la construcción de paz.

El péndulo de la paz se balancea esperando la oportunidad para aterrizar en este país, pero no encuentra pista de aterrizaje o la pista está minada, simplemente porque la guerra que es más rentable para unos pocos, no da espacio a otras posibilidades de convivencia.

Es por ello, que cada uno de ustedes, graduandos, tienen una inmensa responsabilidad, no solamente de llevar el mensaje de la oportunidad que ofrece un país sin guerra, sino de desarrollar sus prácticas profesionales con entusiasmo y amor por la defensa y promoción de los Derechos Humanos, la ciudadanía y la construcción de paz por medios pacíficos.

Amigos y amigas, su decidido compromiso con la sociedad y con la Universidad del Tolima, de ser mejores personas y mejores profesionales, nos engrandecerá a todos-as y hará crecer el orgullo de pertenecer bien sea por nacimiento o adopción a este emblemático territorio colombiano llamado Tolima.

Ustedes, graduandos, serán un imán fundamental, para ayudar a que el péndulo de la paz y de protección de los DDHH aterrice en el Tolima y desde aquí irradiar a todo el país.

Bienvenida la paz con justicia social.

Muchas gracias,

Fernando Cruz Artunduaga
Director Académico Especialización
Ibagué, 21.10.2016