viernes, 3 de mayo de 2024

MOLANO, Pre-Con-Textos a vista de pájaro

Alfredo de la Cruz Molano Bravo. 
Natalicio 80 - mayo 3 de 2024. 

Durante Los años del tropel, miles de familias con sus corotos a cuestas que alcanzaban a empacar en una pequeña caja de cartón, que se descuartizaba con el paso de las horas, dejaban atrás de manera forzada su presente y su pasado. Salir Desterrados (crónicas del desarraigo) con el rostro de pánico era la única opción para salvaguardar los pálpitos del corazón. La Selva adentro (una historia oral de la colonización del Guaviare) se convirtió durante un tiempo en un refugio seguro. Allí con el sudor de sus frentes y la solidaridad de los escasos vecinos y vecinas abrían un claro a machete y hacha para cultivar el pancoger. Las plegarias al cielo se convirtieron en los escudos anti-miserias humanas en las décadas de los 60, 70 y 80, pues llovía plomo ventiado como sucedió en Los bombardeos en El Pato. En aquel lugar, y en otras partes del país, la historia inacabada de la violencia venía Del otro lado, de cualquier valle o cordillera donde levantar la voz para reivindicar lo propio, era sinónimo de subversión armada. Así que debían partir a pie, en chiva o A lomo de mula (Viajes al corazón de las Farc), a un lugar sin determinar para alcanzar el sosiego, con la esperanza de reiniciar la vida en paz. Pasar De Río en río (Vistazo a los territorios negros), junto a acantilados o raudales como los que se encuentran en el Apaporis, (viaje a la última selva) o al lado de animales que intrigaban el andar, era cotidiano. De todas maneras, la gente emprendía como mínimo Dos viajes por la Orinoquia (Colombiana 1889-1988) o hasta más, llegando a La Tierra del caimán (historias orales del Bajo Magdalena). Al terminar las jornadas diarias sus cuerpos extenuados y en muchas ocasiones, con sus Espaldas mojadas (Historias de maquilas, coyotes y aduanas) debían reposar, pues pasar por lugares inhóspitos o asediados por la violencia como El tapón del Darién (Diario de una travesía) o En medio del Magdalena Medio o por Mompox, Soplaviento, Calamar, Mahates y Morales significaba un asfixiante esfuerzo, pero era necesario para buscar Otros rumbos que ofrecieran una oportunidad para sus familias que nada entendían y que sin saberlo, eran víctimas de un conflicto que no les pertenecía. Así que, ir Del Llano llano (relatos y testimonios), al monte monte, no era fácil. No solo por la topografía, sino porque no había que comer y la incertidumbre se volvía cotidiana. El horizonte infinito ofrecía esperanza de una nueva oportunidad, aunque en muchas ocasiones un pequeño o gran caudal de Aguas arriba entre la coca y el oro desviaba el andar, ofreciendo alternativas que salían más mal que bien, pues les podía costar hasta la propia vida. Con lo cual, unos y otros, Siguiendo el corte (Relatos de guerras y de tierras) encontraban que no era fácil alcanzar el nuevo mito de El Dorado que se ofrecía a través del Rebusque mayor (Relatos de mulas, traquetos y embarques), pues en realidad solamente estaba destinado para unos cuantos que no se hallaban en el territorio, sino en los grandes centros urbanos nacionales o internacionales. Así que para reivindicar sus esperanzas cuando los tocaban Al margen izquierdo (1999-2003 Selección de columnas del periódico El Espectador) deambulaban por Trochas y fusiles, pensando qué camino coger. En muchas ocasiones, quienes optaron por tomar las armas, encontraron que no era el camino y creyendo que con la decisión de Ahí les dejo esos fierros era suficiente. Pero no. Debían anochecer y no amanecer, porque La Espada de Damocles se balanceaba ya sobre sus cabezas. Es así como algunos quedaron enterrados en la manigua con un tiro de des-gracia o entre Penas y cadenas oficiales u extraoficiales. La inmensa mayoría de la gente que se fue a la ruralidad en busca de la Dignidad campesina (Entre la realidad y la esperanza) no lograron su propósito, ni si quiera a través de sus luchas sociales por las vías democráticas. Uno, una, otros y otras Así mismo (relatos) seguirán sus luchas por la tierra y al final El destino de la luz les guiará, que como la utopía les hace seguir andando. Molano, antes de que se diluyera su efigie en el viaje al infinito, dejó como fue su costumbre, con un lenguaje sencillo, una narrativa del conflicto político-armado, para que sea comprendida por todas las generaciones en el texto póstumo Cartas a Antonia.

¡Gratitud inmensa Alfredo por tu apuesta democrática y pacífica de país!

Nota: El texto que acompaña cada título de libro, no necesariamente coincide con su contenido. No están organizados de manera cronológica. Para este artículo recordé como Alfredo escribió Los bombardeos en El Pato (Caquetá), un largo y profundo párrafo que relata un hecho que marco la historia de la violencia en Colombia.