martes, 23 de septiembre de 2014

Alonso Orozco, el opositor demócrata



La memoria del poder no recuerda: bendice.
Eduardo Galeano



Alonso Orozco, llegó al Caquetá con sus padres cuando aún era muy niño. Como una buena parte de los que tienen su edad había, llegado del interior del país, pero aquí creció, se educó, formó sus convicciones y su personalidad. Alonso fue un lider cívico y popular que ejerció control politico desde su postura política. Defensor de los derechos ciudadanos luchó contra la explotación del hombre por el hombre y todos los males derivados de esta deformación. Se desempeñó como profesor de matemáticas, supervisor de educación y llegó a ser concejal, diputado y candidato al senado.

Aunque tenía miles de personas que le seguían en sus apuestas políticas reivindicativas, no le alcanzó para llegar a la Alcaldía de Florencia o al Congreso de la República, escenarios donde seguramente habría ejercido con decoro el gobierno o legislado desde la posición ética que requiere el país.

En una región donde el ejercicio de la política ha servido poco para el mejoramiento de las condiciones generales de la ciudadanía y mucho para satisfacer ambiciones de personas, familias y grupúsculos politiqueros, se entendió poco el papel histórico que jugó Alonso desde la oposición. En varias oportunidades escuché a políticos de la región decir: Alonso nunca ha querido ser gobierno porque le han ofrecido secretarias en la gobernación y no las acepta, ¿Entonces dónde están las propuestas? Yo les respondía que ser oposición, es tener una posición distinta de quien gobierna, la cual se convierte, a la vez, en propuesta.

Alonso estuvo en contra de la privatización de los servicios públicos, una de sus banderas, porque esto exprimía las precarias economías de las familias más pobres de Florencia, favoreciendo los bolsillos de quienes son propietarios de esas empresas. Su propuesta era que esos servicios fuesen manejados por el sector público y no por el privado.

La pregunta es ¿Sí los servicios generan ganancias en el sector privado, por qué no genera en lo público?  Una de las explicaciones comunes y evidentes es que muchos de las personas que van a trabajar en el sector público no tienen pulcritud, van con una intencionalidad de privatizar, de propiciar las condiciones para que los servicios no funcionen, de que se genere corrupción, por lo tanto, hacen que se justifique la privatización. Alonso siempre denuncio con voz alta y clara como era su estilo, tal deformación. Pero también con acciones como: caceroladas, quema de recibos, marchas callejeras y mítines en la plaza pública.

Alonso, amigo, cuanta falta harás ahora que se vienen procesos como la locomotora minera, la cual agravara la situación socio-ambiental del territorio que tanto quisiste y por el que tanto luchaste. Pues muchos representantes de instituciones y de organizaciones ya compran rodilleras para hacer fila ante las multinacionales que van a por el excremento del diablo: petróleo, gas, minerales, cuya explotación le va costar a la región vidas, destrucción del ambiente, corrupción, desaparición de las poblaciones indígenas y peor depauperación para los sectores populares.  

Las aspiraciones económicas de los devoradores regionales de los dineros públicos están a la orden del día y ávidos de riquezas y poder a cualquier precio van a entregar la riqueza de todos a quienes les ofrezcan las migajas, sin importarles que en dos generaciones, solo quedará en la región: hambre, pobreza y desolación como ocurre en las regiones ricas en minerales de Africa. Justo el día del deceso de Alonso ha dicho en Ibagué el señor presidente que dará licencias expréss para la explotación de los recursos naturales para agilizar los procesos y quitar los obstáculos al desarrollo, es decir, para entregar el país a las multinacionales y los empresarios colombianos de forma inmediata para que exploten sin escrúpulos lo que es de todos y que debe contribuir a su bienestar.  

Amigo Alonso, cuanto te necesitará la región para que ayudes a guiar las luchas sociales democráticas, para contribuir a concientizar a los habitantes de la región amazónica acerca de la magnitud de la catástrofe que se avecina.

Alonso descansa en paz, cumpliste con tu lucha y compromiso social, pero no dejes que quienes quedan en vida estén en paz, porque la paz no es mantener el statu quo que empobrece social y ambientalmente al país, con especial énfasis zonas como la Amazonía. La paz es justicia social, respeto por el medio ambiente y por la vida humana.

¡Una rosa en tu tumba!

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