domingo, 17 de marzo de 2024

Galtung, imprescindible

Foto Jornadas Internacionales de Cultura y Paz de Gernika, 2012 
Sentados: Fiachra, Johan Galtung, Jokin, María, Irune, Anna. 
De pie: Andreas, Fernando Alex y Daniel

La disciplina de los estudios por la paz con Johan Galtung (Oslo, 24 de octubre de 1930 – Bærum, 17 de febrero de 2024) dio un salto cualitativo en los años 60, por lo cual es reconocido en los distintos ámbitos de las ciencias sociales y humanas. La articulación que hizo para explicarse desde dos campos distintos -sociología y matemáticas-, complementó la mirada y construcción teórica sobre cómo las actitudes humanas condicionan las relaciones interpersonales, un enfoque que desató des-encuentros. Explicar fenómenos humanos con figuras cartesianas, ayudó a profundizar la comprensión y abordaje de los conflictos que tienen todas las sociedades, sus violencias -cultural, estructural y directa- y la construcción de paz positiva.

Su amplia bibliografía está al servicio de todas las culturas. Dentro de ella destaco el texto Paz por medios pacíficos, porque es una enciclopedia para comprender, desde  Galtung, el por qué se originan los conflictos, cómo se pueden desatar en distintas civilizaciones y cómo se pueden tratar para alcanzar transformaciones mediante la paz. No desde cualquier paz, sino la paz por medios pacíficos, la que acude al reconocimiento de la otra persona, que le respeta su dignidad física y mental. La paz que se teje así haya conflicto. En esa medida crecen mutuamente las partes enfrentadas para transitar a través de la Diagonal de Paz del locus terribilis al locus amoenus.

Galtung, dentro de su personalidad, con exigencias algo extrañas, era un tipo simpático, rápido en sus procesos mentales al responder apoyado en sus expresiones de manos y de movimientos horizontales de su cabeza. 

Recuerdo cuando Galtung fue a presentar el libro Paz por medios pacíficos, editado en el 2003 en castellano por la Red Gernika. En la biblioteca Bidebarrieta de Bilbao, en la mesa central se encontraba junto a María Oianguren Idigoras, directora del Centro de Investigación por la Paz Gernika Gogoratuz y en pleno acto de presentación del libro, se quedó en calcetines y movía sus pies como jugando entre ellos.

También viene a mi mente, cuando en una de sus visitas a Gernika en el 2012, a un compañero de trabajo le tocó quedarse en la puerta del Elai-Alai Aretoa -Teatro-, para que no entrara nadie más, una vez iniciada la conferencia, pues uno de los planteamientos de Galtung, era que sus ponencias debían ser respetadas como un concierto de música clásica; es decir, guardando la solemnidad del silencio, para que todos sus instrumentos fueran escuchados claramente. En esa ocasión un compatriota colombiano le preguntó sobre nuestro conflicto político-armado; Galtung le respondió que mientras el país siguiera tan anclado en el pasado, no se podía transcender, que se debía actuar más pensando en el futuro, sin olvidar el pasado, porque así se ayudaría a jalonar con fuerza los cambios que condujeran a la paz.

Johan Galtung, desde la hermenéutica, con su sabiduría en los estudios por la paz, dejada en tantos textos, será un referente imprescindible. 

¡Un gran maestro! ¡Gracias por siempre!

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